Mirando al sur, antología desde el exilio: narrativa, poesía y ensayo
Prólogo
Inmigración y exilio son dos palabras que, sin quererlo, se han hecho presentes de manera impuesta en el que escribe estas líneas y ahora, una vez más, realiza la labor de editor con la premura del que siente que debemos hacer más para impulsar el idioma español en los Estados Unidos. Aun tras dieciocho años aquí (arribé en febrero de 2000) siento que llevo el exilio conmigo: por lo que dejé, por lo que no pudo ser y aun habiéndome adaptado bastante y alcanzado metas, siempre existe una voz que susurra: “no soy de aquí ni soy de allá”, como decía Cabral.
De manera accidental y quizás subconsciente, la palabra exilio la he usado siempre para poder clasificar (si existe clasificación posible ) al trabajo que hacemos los que escribimos lejos del país de origen. De Ovidio a Cortázar el tema del exilio ha existido siempre en la literatura y tanto hispanos y peninsulares en Estados Unidos no hemos sido excepción a este destino.
En 1988 el escritor nómada Roberto Bolaño sostuvo en una entrevista con Sergio Paz que “para un escritor eso [el exilio] es una bendición. El oficio del escritor es un oficio de exiliados. Un escritor, de una u otra manera, siempre está al borde del exilio. Y el exilio es la quintaesencia de todo viaje. El exilio es o sería la perfección de escribir”.
La presente antología usa la palabra Sur de manera irónica. No se refiere a sudámerica unicamente sino a todo lo que está “fuera” y Estados Unidos desconoce: México, centroamérica, sudamérica y España. El libro alberga a autores del proyecto Raíces Latinas (El festival del libro hispano de Virginia, el taller narrativo de Virginia –que incluso ha incursionado en Lima, Perú–y dos antologías previas a las que el lector tiene ahora entre sus manos) y autores que vienen uniéndose con una finalidad única: escribir y forjar fraternidad entre autores hispanos.
El académico Edward Said manifestó en su ensayo “Reflexiones sobre el exilio” (1984) que el exilio es “la grieta imposible de cicatrizar impuesta entre un ser humano y su lugar natal, entre el yo y su verdadero hogar: nunca se puede superar su esencial tristeza”.
El año 2010 “conocí” en el internet al experto en inmigración y profesor emérito de español, Víctor Fuentes. El maestro Fuentes (madrileño de nacimiento y californiano por adopción) a quien tuvimos la suerte de traer a George Washington University en 2017 para celebrar “La semana de Cesar Chavez”, me introdujo en este terreno casi etéreo que es la investigación sobre la literatura del exilio en los Estados Unidos.
Don Luis Leal (junto a Fuentes) fundaron la revista “Ventana Abierta” en el Chicano Studies Institute (CSI), University of California, Santa Barbara. En la edición 29-30 de Ventana Abierta, Leal afirmó que “Con la excepción de este o aquel artículo o libro sobre algún autor, hasta el presente no se ha llevado a cabo un estudio global de las obras de escritores latinos en español publicadas en Norteamérica”. Partiendo de lo que plantea Leal, coincido en que no se ha investigado y que urge hacerlo. Es en este contexto que esfuerzos como esta antología nacen con la esperanza que la Academia mire lo que se gesta aquí, que a fin de cuentas es espejo y la herencia de la literatura hispanoamericana y peninsular.
En el libro California Hispano-Mexicana: Una Nueva Narración Histórico-Cultural (ANLE 2014) Víctor Fuentes citaba que los primeros españoles que llegaron a California en 1776 de México, antes que Estados Unidos lograra su independencia el 4 de julio, usaron la palabra exilio, cuando lo que buscaban en realidad era trabajo y un porvenir. En ese sentido, el exilio se refiere no necesariamente a emigrar por cuestiones políticas, sino diversas razones que fuerzan al ser humano y al escritor a desplazarse.
Estados Unidos es sin duda es uno de los lugares donde mayores escritores hispanos se concentran: vienen de México, pasando por Centroamérica hasta llegar a la Patagonia muy al sur, cruzando el atlántico hasta España y haciendo una escala en África (en Guinea Ecuatorial se habla español y es un idioma oficial). En Estados Unidos la lengua de Cervantes avanza de manera pausada, pero avanza. Recordemos que aquí han vivido Vicente Alexaindre, José Martí, Federico García Lorca, Cortázar, Carlos Fuentes, Juan Rulfo, solo por citar algunos autores.
Considero que no podemos hablar todavía de un boom como el sudamericano de los años 60 pues para ello se necesitarían voces de la talla de Fuentes, Vargas Llosa, García Márquez; también, que existan estudios acerca del español en los Estados Unidos y se creen y/o fortalezcan más proyectos literarios. Cada cierto tiempo escucho sobre un autor nuevo o una editorial con proyectos interesantes en Florida, North Carolina, Virginia, New York, New Jersey, Illinois, Texas, California y de seguro en muchos estados más. Sin embargo, en la actualidad los movimientos están dispersos y no se han generado bloques culturales donde varios festivales o editoriales organicen (organicemos) un evento multitudinario como las ferias internacionales de otros países.
Quizás el individualismo es parte de nuestra idiosincrasia observada desde la época de San Martín y Bolívar y el caudillismo sudamericano se traslada a toda esfera sin excluir fenómenos populares como el fútbol. Quizás sea tiempo de trabajar en equipo, imitar lo bueno de la cultura estadounidense: el trabajo en equipo, el tan mentado Teamwork.
La antología que se presenta no intenta reunir a “las mejores voces” o a “los escritores más importantes”. En esta antología el lector encontrará autores reconocidos dentro de los Estados Unidos e incluso fuera de él. También hallará voces nuevas de narradores y poetas que anhelan ser leídos.
Siempre cuando nace un nuevo proyecto literario, surge algún crítico que hace hincapié en que el libro debió incluir a tal autor o quizás a este otro. Faulkner decía que no tenía tiempo para leer a los críticos y por ahora nos vamos a ceñir a esa premisa. Este libro no tiene como objetivo llegar solo al intelectual (recordemos a Rulfo cuando decía que le tenía miedo a los intelectuales y que cuando veía a uno le sacaba la vuelta), sino a todo lector en los Estados Unidos (si transciende más allá, enhorabuena).
Un informe del Pew Research Center del 2005 señala que más de 37 millones de personas hablan español en los Estados Unidos y se estima que para el 2020 la cifra puede fluctuar entre 37.5 a 41 millones. Este dato es revelador ya que supera a la población de cualquier país de Centroamérica y, salvo países como México, Argentina o Colombia, prevalece al resto de países hispanohablantes.
Cortázar recurrió a una metáfora pugilística para explicar la diferencia entre el cuento y la novela: “La novela siempre gana por puntos, mientras que el cuento debe ganar por nocaut”; por ahora intentamos transmitir el español a nuestros herederos y ganar por puntos.
Históricamente todo idioma “extranjero” ha desaparecido en Estados Unidos luego de la tercera generación. Le ocurrió al alemán, al italiano, al holandés, entre otros. De momento, el idioma español sigue resistiendo, punto por punto, fajándose y desde nuestra esquina lo alentamos. El tiempo dirá (aunque no lo veamos nosotros) el resultado de esa pelea desigual.
Con fraternidad literaria,
Hemil Garcia Linares
Índice
Prólogo
por Hemil García Linares 11
Narrativa
Luis Hernán
Castañeda 17 Antonio…………………………………………………….........................19
Teresita
Dovalpage
25
SOMOS y el zumbido de Taos…………………………………………..27
Sofía
Estévez
31
La clase de educación sexual…………………………………………….33
La visita………………………………………………….………………37
Oswaldo Estrada
43
El hombre y mal………………………………………………………...45
Hemil García Linares
49
Un escritorzuelo cualquiera……………………………………………...51
El hidalgo y el indio…………………………………………………… .58
Ofelia Montelongo 63
El moño de perlas falsas………………………………………………....65
Eugenia Muñoz Molano 69
La misión………………………………………………………………..71
Lilia Murillo 73
El solitario y la nereida…………………………………………………..75
Fernando Olszanski
77
Nieve lenta……………………………………………………………....79
Arturo M. Rojas Huerta 85 Quiero una parte de ti…………………………………………………...87
Cristian Salgado 93
Camino de Rosas………………………………………………………..95
Keila Vall de la Ville 99
Los días animales I parte……………………………………………….101
Sarita Vílchez Castellanos 109
De sororidad y feminismo……………………………………………...111
3M……………………………………………………………………..118
Poesía
Martivón Galindo
127
Testigo…………………………………………………………………129
Cantos Profundos Populares…………………………………………...130
Derecho………………………………………………………………..131
A Silvio………………………………………………………………....132
Reflexión……………………………………………………………….133
Natalia Gómez Linares 135
A escondidas…………………………………………………………...137
Caligrafías……………………………………………………………....137
El Okupa…………………………………………………………….....138
El hospedaje…………………………………………………………....138
Mi tiempo……………………………………………………………....139
Vladimir Monge 141
Centroamérica mía……………………………………………………...143
Preguntas inciertas……………………………………………………...144
Gotas de lluvia……………………………………………………….....145
Cinco mil pies cuadrados……………………………………………….146
Carlos Parada
147
Poema del cansancio…………………………………………………....149
Ballena……………….………………………………………………....153
Sal de la poesía………..………………………………………………...154
Fotografía……………………………………………………………....155
Huellas desteñidas……………………………………………………...156
Ensayo
Miguel Chirinos 159
Visita de Simón Bolívar a los Estados Unidos
en 1807…….…………....161